El tratamiento de carboxiterapia consiste en la administración tanto cutánea como subcutánea de dióxido de carbono y, gracias a la inyección casi indolora se provoca una reacción en la zona tratada mejorando el flujo sanguíneo y la oxigenación de la piel.
En manos expertas, se trata de un tratamiento seguro, con pocos efectos secundarios y contra-indicaciones, además de conseguir buenos resultados. Las sesiones duran como 30 minutos y varían en número dependiendo siempre de la zona a tratar.
Entre los efectos beneficiosos de este gas están la oxigenación de los tejidos, mejora de la micro-circulación, producción de colágeno y elastina, mejora de la piel de naranja, así como el efecto lipolítico. Igualmente al oxigenar el cuerpo este permite una mayor entrada de nutrientes y agua, lo que provoca una piel más suave y radiante.
En el campo de la Medicina Estética es utilizado especialmente para:
- Alopecias
- Flacidez
- Estrías
- Cicatrices
- Adiposidad localizada y celulitis
- Arrugas de expresión
- Tratamiento de ojeras