La cirugía estética facial de nariz, o rinoplastia, que realiza la clínica de cirugía plástica del Dr Pedro Terán y la Dra Francesca Zavalloni en Burgos, consiste en una operación quirúrgica para restaurar la nariz a consecuencia de desviaciones, malformaciones, o por cuestiones estéticas.
La rinoplastia, también conocida como cirugía de nariz, es un procedimiento quirúrgico realizado por un cirujano plástico para mejorar el aspecto y la simetría de la nariz. Este procedimiento se realiza con mayor frecuencia para corregir una nariz cuyos rasgos son desproporcionados con respecto a las demás facciones de la cara por razones estéticas o por anormalidades estructurales que interfieren con la capacidad de respirar como resultado de un defecto de nacimiento o de un trauma físico.
La rinoplastia es la intervención quirúrgica que se practica para corregir las deformidades de la nariz. Consiste, fundamentalmente, en modificar las estructuras óseas y cartilaginosas nasales para conseguir una nueva forma que mejore la armonía facial. Cuando, además se corrige la desviación del tabique nasal para mejorar la función respiratoria se denomina rinoseptoplastia.
La operación, que se realiza habitualmente bajo anestesia general o, en casos seleccionados, con anestesia local y sedación, comienza abordando la nariz a través de incisiones internas, de tal forma que no hay ninguna cicatriz externa visible. El cirujano corta y modela los huesos y cartílagos nasales para conseguir la forma deseada. En algunas ocasiones se realizan, además, unas incisiones en la base de los orificios nasales. Para ayudar a dar forma o sostén a la pirámide nasal es frecuente que se utilicen como injertos diferentes tejidos del propio paciente (cartílago, hueso) o, más raramente, materiales sintéticos.
Después de la intervención, que suele durar una hora aproximadamente, se coloca un taponamiento nasal que se suele retirar al día siguiente, excepto si se ha realizado una septoplastia en cuyo caso se deja dos o tres días. Asimismo, se aplica sobre la nariz una férula de escayola que se mantiene durante una semana.
Es habitual cierto edema postoperatorio y la presencia de equimosis (cardenales) que suelen ceder al cabo de una semana. La mayor parte de los pacientes podrán reincorporarse a su vida normal en unos 8-10 días. No se puede emitir un juicio sobre el resultado de una rinoplastia hasta que no hayan transcurrido varios meses, incluso un año. Este es el tiempo que precisan los tejidos para estabilizarse y las cicatrices para realizar su proceso de maduración. La intención de la rinoplastia es que la "nueva" nariz no llame la atención, y se integre plenamente en el contexto general de la cara produciendo un conjunto armónico y agradable, es decir, que no se detecte que ha sido intervenida.
En alguna ocasión, ya sea por graves alteraciones anatómicas iniciales, por trastornos en la cicatrización de los tejidos, por traumatismos postoperatorios, etc., no se consigue la perfección del resultado (asimetrías, irregularidades en el contorno nasal, etc.) por lo que puede ser necesario un retoque quirúrgico que en tal caso se realizará a partir de los seis meses.